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Violencia, utopía e identidad en la ciencia ficción mexicana


Por Amor M. Peña R.

Los temas que se viven en la vida real y preocupan a la gente, son representados, de una u otra manera, en la literatura. Específicamente en la ciencia ficción, los subgéneros y temas van desde cuestiones espaciales, ciencias de la vida e historia alterna, hasta cuestiones más universales en la literatura como política, género y religión. En este sentido, en narrativas de este género es posible encontrar conceptos como “violencia”, “utopía” e “identidad”.

En el presente escrito, se describirá brevemente la presencia de dichos conceptos en un conjunto de narrativa de ciencia ficción mexicana. Para ello, se presenta un breve bosquejo acerca de los conceptos mencionados, elaborado a partir de lecturas de Touraine (1997), Baudrillard (2009) y Bauman(2013). Luego, sigue una contextualización acerca de dichos temas dentro de la literatura de ciencia ficción. Finalmente, se abordan los conceptos dentro de narrativa de ciencia ficción mexicana:se aborda un cuento por concepto.

Conceptos


Touraine, Baudrillard y Bauman manejan tres enfoques sobre la “violencia” y su relación con la identidad y la sociedad. En primer lugar, Touraine (1997, p. 169) argumenta que tanto las democracias liberales como los regímenes comunitaristas comparten una dinámica de violencia ligada a la imposición y negación de identidades. Por su parte, Bauman (2013, p. 63) señala que el nacionalismo recurre a la violencia cuando fallan la persuasión y el adoctrinamiento: el Estado utiliza la violencia para reprimir movimientos étnicos y locales, criminalizando a sus prácticas y a sus líderes, y justificando estas acciones como defensa del orden nacional. Finalmente, Baudrillard ofrece una visión más abstracta, afirmando que en las sociedades modernas, la violencia surge del exceso de bienestar y consumo. Afirma, además que “la abundancia y la violencia van a la par” (2009, p. 222).

Respecto a “utopía”, Bauman (2013, pp. 27-28) plantea que en la sociedad actual, marcada por la desregulación e individualización, la utopía ha dejado de ser un proyecto colectivo para convertirse en una forma de escape personal. Además, distingue entre dos tipos de utopía: la de los "jardineros" (modernidad sólida), que veía la utopía como un destino final de plenitud, y la de los "cazadores" (modernidad líquida), donde la utopía es la búsqueda infinita, sin una meta final, y el placer está en la persecución perpetua. En la utopía contemporánea, el enfoque está en el presente, creando la ilusión de vivir en una utopía constante, similar a la moda que nunca llega a la satisfacción definitiva. Este estado perpetuo de búsqueda evita reflexiones profundas sobre la vida.

Continuando con la utopía, Touraine (1997, p. 190) propone al multiculturalismo como una forma de utopía marginal según los europeos. De esta manera, contrasta con la visión individualista de Bauman. Esta utopía enfrenta resistencia de quienes ven la diversidad como una amenaza, pero se presenta como un proyecto colectivo más justo y pluralista.

En cuanto a “identidad”, Touraine (1997, p. 171) destaca que la identidad cultural y nacional puede ser una herramienta de resistencia, pero advierte del peligro cuando se usa para imponer una “preferencia nacional” o excluir a las minorías. Propone, además, “una identidad cultural [que] se legitime mediante el recurso a la libertad y la igualdad de todos los individuos” (1997, p. 175). La identidad, desde este enfoque, es fluida y se define a partir de elecciones personales, no por la historia o la nacionalidad. Por su parte, Bauman (2013, p. 26) complementa esta idea al señalar que la modernidad líquida exige que las personas cambien de identidad frecuentemente, adaptándose al mercado de consumo. En este contexto, la identidad se convierte en algo flexible, como una mercancía que se ajusta a las necesidades del momento.

Ciencia ficción


La ciencia ficción es un género literario en constante evolución que ha desafiado intentos de definición, debido a su adaptabilidad y cambio a lo largo del tiempo. Varios autores y estudiosos han ofrecido diferentes perspectivas sobre el género, destacando su enfoque en la exploración de posibilidades futuras y el impacto del cambio científico y tecnológico (Barceló, 2008, pp. 15-19). Además, la ciencia ficción ha dado lugar a diversos subgéneros como la aventura espacial, la fantasía, la ciencia ficción “hard” y “soft”, el ciberpunk, y el futuro inmediato, cada uno con temáticas y enfoques únicos que enriquecen el género (2008, pp. 35-49).

Carrancá de la Mora (2020) presenta dos tipos de categorías en que se pueden encontrar las obras de ciencia ficción. El primero corresponde a modelos que pueden ser temporales (repertorios crónicos y repertorios acrónicos) y espaciales (terrenales, exoterrenales o alternancias). El segundo se refiere a las dimensiones discursivo-simbólicas, que pueden ser de transformación social (religiosas, políticas, ambientales y de naturaleza humana y sexuales y de género), de ciencia y tecnología (especulativas y premonitorias) y de identidad (mexicanidad y alteridad).

Según Fernández Delgado (2004, pp. 13-15), la ciencia ficción mexicana ha evolucionado notablemente a lo largo de más de dos siglos, dividiéndose en cuatro etapas clave. En el periodo de los Precursores (1775-1933), autores como Manuel Antonio de Rivas sentaron las bases del género. Entre 1934 y 1963, las primeras revistas especializadas comenzaron a conectar la ciencia ficción mexicana con la anglosajona. La consolidación del género ocurrió entre 1964 y 1983, con figuras como Alexandro Jodorowsky y el surgimiento de una primera generación de autores. Importantes eventos, como el Primer Concurso Nacional de Cuento de Ciencia Ficción y la fundación de la Asociación Mexicana de Ciencia Ficción y Fantasía en 1992, también impulsaron su desarrollo.

Ciencia ficción mexicana


Se hizo una selección de obra narrativa de ciencia ficción mexicana publicada en los últimos treinta años y, usando AntConc, se buscó la presencia de los conceptos clave y algunas variantes: identidad, identificado, utopía, violencia, violenta y violento. Estos conceptos corresponden al modelo temporal, en el caso de utopía, y a las dimensiones discursivo-simbólicas en el caso de violencia e identidad. A continuación se presenta una tabla con los textos que tuvieron alguna concordancia:

Tabla 1. Selección de obras de ciencia ficción mexicana.

Como puede observarse, el concepto “utopía” tiene una presencia significativamente menor en comparación con los otros conceptos. Esto puede deberse al cambio de conceptualización de utopía que ya abordaba Bauman: cómo la utopía deja de ser un fin y se convierte en el presente individual. Otra manera de interpretar el cambio, ya lo aborda Rosas Mendoza:
Ya veíamos la pertinencia de la utopía a comienzos del siglo xx y poco después la aparición de la amenaza postapocalíptica, ambas siempre vinculadas con el futuro, uno que todavía podía enunciarse como tal. En el contexto mexicano, ciertamente las circunstancias críticas del presente proveen temas de interés mucho más apremiantes que el planteamiento de un mundo futurista e imaginario, como las problemáticas aplicaciones tecnológicas en nuestra vida cotidiana y el pleno conocimiento del fin inminente de nuestros días como una actitud real frente a la vida contemporánea. (2022, pp. 71-72)

Puesto que el análisis propuesto implica la presencia de determinadas palabras, es más conveniente trabajar con cuentos para que sea más eficiente el análisis. De los libros seleccionados, sólo el libro de Bef aborda la utopía; puesto que también se incluyen los otros conceptos, se eligió otro cuento de dicha antología. Finalmente, para el concepto violencia sólo estaban los cuentos de Andrea Chapela o los de Raquel Castro y se eligieron los de la última. Para seleccionar los cuentos en particular, se revisaron las repeticiones por cuento y se eligieron aquellos que tenían dos apariciones del concepto.

El tema de la violencia en el cuento “¿A qué le tienes miedo?” (Castro & Vázquez, 2020) se aborda de manera sutil y psicológica, manifestándose a través de varios niveles: físico, emocional y simbólico. La violencia física se representa de manera explícita en el accidente de Coral, cuando un hombre en estado de ebriedad empuja a Coral, lo que provoca que sea atropellada. Esta violencia es directa y concreta, y desencadena el resto de los eventos en la historia. El miedo de Diana, la violencia psicológica, se va construyendo a lo largo del cuento, especialmente a través de la percepción de una amenaza que, en su mayoría, es intangible. El terror que siente está asociado a una sombra o figura que representa una fuerza incontrolable y maligna. Esto muestra cómo la violencia psicológica es devastadora y omnipresente, incluso cuando no hay un ataque físico inmediato. En la violencia simbólica, la figura oscura que aparece en sus sueños y que luego se materializa en la vida real parece representar algo más profundo, como el miedo a la muerte o la pérdida de Coral. Esta sombra puede interpretarse como un símbolo de la inevitabilidad de la muerte o del sufrimiento, mostrando cómo Diana lucha por proteger a su amiga de algo que parece imparable.

En el cuento “Wonderama” (Fernández, 2019) se aborda una ilusión distorsionada que encierra al protagonista en una realidad artificial, diseñada para mantenerlo sumiso y desconectado de su identidad y recuerdos auténticos. La utopía, en este caso, es una construcción de fantasía, basada en la cultura pop de los años 70, donde todo parece ser perfecto y sin conflictos: la vida está llena de juegos, concursos, comidas chatarra y programas de televisión. Sin embargo, esta aparente perfección es una fachada para ocultar una realidad distópica. El protagonista comienza a cuestionar su entorno cuando recibe señales de que algo no está bien. Mensajes como “La realidad es falsa” y “Todo es mentira” revelan que está atrapado en un simulacro, una utopía que en realidad es una prisión mental y virtual. El encuentro con personajes como Fantomas, un virus informático que representa la resistencia, evidencia que el mundo en el que vive no es más que un engaño, una forma de control creada por un régimen autoritario. La utopía se transforma en una pesadilla cuando el protagonista se da cuenta de que es un preso político, mantenido en esta simulación para borrar sus recuerdos y su capacidad de resistencia. Lo que inicialmente parece un paraíso de entretenimiento y alegría se desmorona al descubrirse como un sistema opresivo que manipula la percepción y anula la libertad individual.

En el cuento “Están entre nosotros” (Fernández, 2019), el tema de la identidad se aborda desde múltiples ángulos, jugando con la idea de lo visible y lo oculto, de lo familiar y lo desconocido. Se encuentra a la identidad extraterrestre a través de los alienígenas se han infiltrado en la sociedad humana y han adoptado formas humanas indistinguibles gracias a técnicas avanzadas de “biomimetización”. Esto plantea la pregunta: ¿qué significa ser humano? La frontera entre lo humano y lo extraterrestre se difumina, lo que sugiere que la identidad externa puede ser engañosa y no confiable. El hecho de que los extraterrestres puedan “parecer” humanos, pero no serlo refleja la fragilidad de las apariencias en la construcción de la identidad. El narrador plantea una visión conspirativa donde los extraterrestres han asumido roles cotidianos en la sociedad, lo que resalta la inquietud sobre la pérdida de la identidad humana y la manipulación de la realidad. Esta pérdida de control sobre la propia identidad y la infiltración en la sociedad hacen que todo y todos parezcan sospechosos. Es un reflejo de la desconfianza en los sistemas que definen nuestra identidad (como el gobierno, los medios de comunicación). De cierta manera, hay una crítica implícita sobre cómo las instituciones (militares, medios de comunicación, gobierno) forman y controlan la identidad pública. Las figuras de poder están alineadas con los extraterrestres, lo que sugiere que incluso la identidad de las estructuras sociales puede ser una farsa, algo manipulado por fuerzas externas.

Conclusiones


De acuerdo con la conceptualización acerca de la violencia, los tres autores destacan cómo esta no solo es física, sino también cultural y simbólica, manifestándose a través de la represión, la exclusión y el exceso en diferentes contextos sociales. Específicamente en el cuento “¿A qué le tienes miedo?”, la violencia se manifiesta de múltiples formas, pero siempre está ligada al miedo y la impotencia, lo que acentúa el sentimiento de vulnerabilidad de las protagonistas en un entorno que no parece ofrecerles protección.

En cuanto a la utopía, los enfoques de Bauman y Touraine muestran que las utopías han pasado de ser colectivas y futuras a individualizadas, presentes y sin un fin claro, destacando la tensión entre la satisfacción inmediata y la incapacidad de alcanzar una plenitud duradera. En el cuento “Wonderama”, la utopía se presenta como una crítica a las sociedades que intentan crear una realidad perfecta a través del control y la represión, escondiendo bajo una fachada de felicidad los mecanismos de dominación que privan a los individuos de su autonomía.

Touraine y Bauman coinciden en que la identidad está en constante transformación, desafiada por la globalización y los cambios sociales. Sin embargo, también alertan sobre el peligro de que se use como un instrumento de poder para excluir a los “otros” y promover purezas culturales o nacionales. Por lo tanto, proponen una identidad inclusiva, basada en la libertad, la igualdad y el respeto a la diversidad. La identidad en el cuento “Están entre nosotros” se presenta como algo maleable, manipulable y constantemente bajo amenaza, tanto desde lo personal (el individuo que no puede fiarse de lo que ve) como desde lo social (una sociedad infiltrada y controlada por entidades no humanas). La incertidumbre sobre quién es quién genera una atmósfera de paranoia, donde la identidad es un arma más en la conspiración alienígena.

En resumen, los conceptos de violencia, utopía e identidad no solo están presentes en las narrativas de ciencia ficción mexicana, sino que dialogan entre sí de manera constante. La violencia no sólo destruye físicamente, sino que altera las identidades personales y colectivas, al mismo tiempo que las utopías modernas, lejos de ofrecer un refugio, imponen nuevas formas de control sobre dichas identidades. Los textos seleccionados reflejan la complejidad de estos temas en el contexto mexicano, donde la ciencia ficción se convierte en un espacio para cuestionar y explorar las tensiones sociales contemporáneas. Así, la narrativa de ciencia ficción mexicana no solo especula sobre futuros alternos, sino que también actúa como un espejo crítico de los desafíos de la sociedad actual.




Referencias

Barceló, M. (2008). La ciencia ficción. Universitat Oberta de Catalunya. http://hdl.handle.net/10609/112246

Baudrillard, J. (2009). La anomia en la sociedad de abundancia. En La Sociedad de consumo. Sus mitos, sus estructuras (pp. 221-237). Siglo XXI.

Bauman, Z. (2013). La cultura en el mundo de la modernidad líquida. Fondo de Cultura Económica.

Carrancá De la Mora, V. R. (2020). Ciencia ficción mexicana: Modelos, repertorios y dimensiones discursivo-simbólicas [Doctoral, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla]. https://hdl.handle.net/20.500.12371/10432

Castro, R., & Vázquez, J. X. (2020). El ataque de los Zombis (Parte mil quinientos). Universidad Nacional Autonoma de Mexico, Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educacion.

Fernández, B. (Bef). (2019). Escenarios para el fin del mundo. Relatos reunidos. Editorial Oceano de Mexico. http://public.eblib.com/choice/PublicFullRecord.aspx?p=6431259

Fernández Delgado, M. Á. (2004). Hacia una vindicacion de la ciencia ficcion mexicana. En G. Martré, La ciencia ficción en México: Hasta el año 2002 (pp. 13-18). Instituto Politécnico Nacional.

Rosas Mendoza, R. (2022). El Futuro imposible: Cuentos de ciencia ficción mexicana contemporánea. Revista Fuentes Humanísticas, 34(64), Article 64. https://doi.org/10.24275/uam/azc/dcsh/fh/2021v33n62/Rosas

Touraine, A. (1997). La sociedad multicultural. En ¿Podremos vivir juntos? (pp. 165-204). Fondo de Cultura Económica.

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